Juan Ramón Jiménez, escritor español ganador del Premio Nobel de Literatura, vivió para la poesía y en ella encontró su camino a la perfección. En Platero y yo la fantasía y la realidad se combinan dando como resultado una bella historia que se convirtió en un clásico de la literatura española moderna. El vínculo que el autor estableció con la naturaleza y la imaginación cristalizó en esta historia admirable, verdadera autobiografía lírica.

El poeta se concentraba en los actos cotidianos, en el puro instante, lo que dio a su poesía densidad e intensidad: en cada línea lo sentimos completo, recayendo sobre ella con todo el peso de su alma y de su sueño. Su poesía, que es muy extensa y de la cual Trescientos poemas es una muestra, se distingue por la innovación técnica, la exquisita delicadeza del sentimiento, la sutileza de tono y ritmo. Asimismo, constituye un ejemplo de espiritualidad y poesía artística en lengua española.